lunes, enero 15, 2007

Federer sufre pero gana

El estadio Rod Laver esperaba ansioso la llegada de los contendientes en este día caluroso de enero. El sol brillaba alto cuando entró por una puerta lateral el número uno del mundo Roger Federer, acompañado de una ovación por parte del público.
En la otra esquina, se encontraba un alemán por pocos conocido: Bjorn Phau, quien tuvo un reto muy complicado en la primera ronda del Abierto de Australia. Aunque no según el historial, ya que Phau tenía una victoria por sobre Roger Federer, en un único partido jugado en el año 1999 en Washington.
El primer set fue muy parejo, con un Federer muy errático, que cometió 15 errores no forzados (de los 29 que hizo en todo el partido), un número muy alto y atípico en el suizo. Aunque también conectó 13 winners.
En el segundo set, parecía que todo volvía a la normalidad, con un Roger que jugaba como el sabía hacerlo. Bajó la cantidad de errores no forzados drasticamente a sólo 2 y logró 6 winners. El resultado de ese set fue obvio: 6-0.
En el tercero, ya no era Roger Federer el que jugaba...al menos no todo el tiempo. El número uno del mundo aparecía de a ratos. Hablaba consigo mismo recriminándose puntos, se enojaba, se lo veía molesto, hizo golpes extraños y hasta cometió dobles faltas. Todas cosas de lo más inusual en él.
Pese a estos problemas, Federer saca una rápida ventaja y se pone 3 a 1. Pero se enoja por un punto, y luego de errar unos golpes, lo quiebran. Y la cosa se pone 3 a 2. El alemán no se rinde y con su saque conecta dos aces y gana velozmente otro game más. El último set estaba igualado.
Ya casi al final del partido, Phau intenta alejarse de la situación de Match Point en contra, pero Federer sigue insistiendo. El resultado es 4-5 con saque del alemán, que llegó a haber más de 4 deuces, pero finalmente Federer gana el punto y se lleva el partido.
El resultado final fue 7-5, 6-0 y 6-4. “Rompió mi servicio tres veces en el primer set y eso lo pone nervioso a uno. Aunque traté de mantener la calma, me sentí un poco nervioso”, dijo Federer.
Para este torneo Federer trajo un nuevo "look": remera celeste con marcas negras de la marca Nike, y pantalón, zapatillas y bandana blancas. Por el otro lado el alemán vistió de amarillo y verde.

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