Juan Martín del potro sigue creciendo. Y no en altura, porque ya no lo necesita. Completó dos semanas de ensueño ganando su primer título ATP en Stuttgart, además de un auto increíble, y luego en esta semana que pasó, mostrando que se encuentra en un gran momento, llevándose la copa en Kitzbühel.
El resto de los argentinos…nada. Se supo a través de unas declaraciones perdidas que Coria ya está pensando en el retiro definitivo. Parece ser que va a reconocer que es un muerto después de todo. Andre Hagáis dijo una vez sobre que el que “eso demuestra que el talento no lo es todo”.
De Nalbandian, mejor ni entrar en el tema. Después de llegar a instancias decisivas en torneos de menor jerarquía como Buenos Aires, donde ganó frente a Acasuso (otro que cuando se busca en el diccionario la palabra perdedor, ahí está), y luego en Acapulco, poco y nada hizo. Alcanzó la semifinal en Londres, donde hubiera sido mejor alegar alergia u alguna otra enfermedad, porque fue vapuleado por el serbio Novak Djokovic. Ahora se encuentra en Buenos Aires recuperándose (alias comiendo asado) y tratando de prepararse para el U.S. Open y la copa Davis. (Quizás también para algún nuevo Spot publicitario para Cristina Kirchner, quien sabe…).
Del resto, como dicho anteriormente, nada. Están la mayoría lesionados y enfermos. Lo que deja lugar a hablar de jugadores que para variar juegan. Lo son el caso de Schwank, de Puerta (quien ganó hace poco un Challenger), y un casi desconocido Máximo Gonzáles. Este último alcanzó las semifinales de Umag y tiene un muy buen desarrollo en lo que va del año en Challengers y torneos de dobles.
Y por supuesto…nuestro nuevo héroe nacional: Juan Martín del Potro. Desde Buenos Aires, cuando ganó Nalbandian, que un argentino ganaba algo. Y este chico de apenas 19 años tuvo la osadía de ganar dos veces en dos semanas. Hablaron de él todos los medios, haciendo una y otra vez las mismas preguntas (recalco la repetición y redundancia del repertorio de temas sobre todo en la entrevista de Bonadeo en el canal donde el aparece).
Kitzbühel fue en esta ocasión donde Juan Martín del Potro demostró su buen momento. Durante el transcurso del torneo dejó a Ouanna, Roitman, Devilder, Hanescu, y finalmente al local Melzer. (Cabe destacar si no tienen ni idea de geografía, que Kitzbühel está en Austria, por ende Melzer es austriaco).
La final fue increíblemente fácil para el argentino que se llevó el partido en 59 minutos por 6-2 y 6-1. Quebró miles de veces y perdió los puntos muy pocas veces, todo gracias a su potente saque. Algo así leerán si leen diarios como el Clarín, y por el estilo. Hay que admitir de cualquier manera que jugó muy bien y no le dejó ninguna oportunidad a su rival de ganar el partido.
Se llevó en esta ocasión otros 250 puntos y embolsó 117.000 euros. Esta vez no hubo auto. Hay que jugar más torneos en Alemania, que se le va a hacer. Se disparó en el ranking mundial y se encuentra ahora como segundo jugador argentino sólo por debajo de Nalbandian…aunque habrá que esperar un poco, ya que dudosamente David Nalbandian repita el éxito en los Master Series de Madrid y París. A fin de año, Del Potro será en número uno argentino.
"Es un sueño más. En estas dos semanas me mantuve muy concentrado e hice las cosas bien. Ahora quiero volver a mi país para disfrutar lo logrado", dijo el tandilense.
Kitzbühel, como dato extra, parece ser un torneo disputado en argentina. En los últimos años, solo a excepción de Nicolás Massú de Chile, sólo argentinos ganaron en Austria: Gastón Gaudio lo hizo en 2005; Agustín Calleri, en 2006, y Juan Mónaco, el año último. Además, Guillermo Coria lo había ganado en 2003.
El resto de los argentinos…nada. Se supo a través de unas declaraciones perdidas que Coria ya está pensando en el retiro definitivo. Parece ser que va a reconocer que es un muerto después de todo. Andre Hagáis dijo una vez sobre que el que “eso demuestra que el talento no lo es todo”.
De Nalbandian, mejor ni entrar en el tema. Después de llegar a instancias decisivas en torneos de menor jerarquía como Buenos Aires, donde ganó frente a Acasuso (otro que cuando se busca en el diccionario la palabra perdedor, ahí está), y luego en Acapulco, poco y nada hizo. Alcanzó la semifinal en Londres, donde hubiera sido mejor alegar alergia u alguna otra enfermedad, porque fue vapuleado por el serbio Novak Djokovic. Ahora se encuentra en Buenos Aires recuperándose (alias comiendo asado) y tratando de prepararse para el U.S. Open y la copa Davis. (Quizás también para algún nuevo Spot publicitario para Cristina Kirchner, quien sabe…).
Del resto, como dicho anteriormente, nada. Están la mayoría lesionados y enfermos. Lo que deja lugar a hablar de jugadores que para variar juegan. Lo son el caso de Schwank, de Puerta (quien ganó hace poco un Challenger), y un casi desconocido Máximo Gonzáles. Este último alcanzó las semifinales de Umag y tiene un muy buen desarrollo en lo que va del año en Challengers y torneos de dobles.
Y por supuesto…nuestro nuevo héroe nacional: Juan Martín del Potro. Desde Buenos Aires, cuando ganó Nalbandian, que un argentino ganaba algo. Y este chico de apenas 19 años tuvo la osadía de ganar dos veces en dos semanas. Hablaron de él todos los medios, haciendo una y otra vez las mismas preguntas (recalco la repetición y redundancia del repertorio de temas sobre todo en la entrevista de Bonadeo en el canal donde el aparece).
Kitzbühel fue en esta ocasión donde Juan Martín del Potro demostró su buen momento. Durante el transcurso del torneo dejó a Ouanna, Roitman, Devilder, Hanescu, y finalmente al local Melzer. (Cabe destacar si no tienen ni idea de geografía, que Kitzbühel está en Austria, por ende Melzer es austriaco).
La final fue increíblemente fácil para el argentino que se llevó el partido en 59 minutos por 6-2 y 6-1. Quebró miles de veces y perdió los puntos muy pocas veces, todo gracias a su potente saque. Algo así leerán si leen diarios como el Clarín, y por el estilo. Hay que admitir de cualquier manera que jugó muy bien y no le dejó ninguna oportunidad a su rival de ganar el partido.
Se llevó en esta ocasión otros 250 puntos y embolsó 117.000 euros. Esta vez no hubo auto. Hay que jugar más torneos en Alemania, que se le va a hacer. Se disparó en el ranking mundial y se encuentra ahora como segundo jugador argentino sólo por debajo de Nalbandian…aunque habrá que esperar un poco, ya que dudosamente David Nalbandian repita el éxito en los Master Series de Madrid y París. A fin de año, Del Potro será en número uno argentino.
"Es un sueño más. En estas dos semanas me mantuve muy concentrado e hice las cosas bien. Ahora quiero volver a mi país para disfrutar lo logrado", dijo el tandilense.
Kitzbühel, como dato extra, parece ser un torneo disputado en argentina. En los últimos años, solo a excepción de Nicolás Massú de Chile, sólo argentinos ganaron en Austria: Gastón Gaudio lo hizo en 2005; Agustín Calleri, en 2006, y Juan Mónaco, el año último. Además, Guillermo Coria lo había ganado en 2003.
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