El escocés Andy Murray gana su tercer torneo ATP 1000 al vencer al serbio Novak Djokovic por 6-2 y 7-5 en el torneo de Miami.
Es evidente que Andy Murray no quiere ser el eterno número cuatro como lo era en su época el eterno número 2 Rafael Nadal. Esta vez fue en Miami donde mostró su calidad y sus ganas de avanzar en su carrera tenística al vencer al serbio Novak Djokovic. ¿Por qué digo esto? Es que con esta victoria Murray quedó a sólo 170 puntos de la siguiente posición. Menos de un torneo marcan la diferencia entre estos dos jugadores en posiciones elevadas en el ranking mundial. Esta temporada se pone interesante...
Con respecto a los puntos lo importante a resaltar son los puntos que se defienden en los siguientes torneos. Así es, lo que el año pasado se hacía con Federer y Nadal (hacer cuentas sobre los puntos a defender) lo haremos este año con Djokovic y Murray. En toda la temporada de polvo de ladrillo Murray defenderá sólo 520, mientras que el serbio tendrá que pelear por 2800 puntos.
Para llegar a la final de Miami, ambos jugadores tuvieron difíciles oponentes en las semifinales. Djokovic derrotó a Roger Federer, mientras que Murray terminó con el sueño del ejecutor de Nadal: Juan Martín del Potro.
Murray consiguió quebrar inmediatamente a su oponente y tomar la delantera en el comienzo del partido. Con Djokovic intentando recuperar el ritmo del partido, Murray tomó ventaja de los errores no forzados de su oponente y quebró nuevamente quedando 3-0. Sin problemas ganando en cero, el escocés quedaba 4-0.
Era el principio de la final de un torneo ATP1000 y al serbio se le venía la noche. Pero por tanto esfuerzo en toda la semana, no iba a dejar que el partido se le escapase así de rápido. Con buenos servicios pudo anotarse un punto en el marcador. Pero el bretón estaba intratable... una máquina de hacer winners. Novak salvó un set point en el séptimo game y consiguió ganar un game más para luego caer inevitablemente ante los servicios de su contrincante.
En el segundo set, las cosas parecían no mejorar para el serbio quien quedaba 15/40 en el primer game, que pudo llevar a un deuce, para luego rescatar otro punto de quiebre, para regalarle una doble falta al escocés, quien no desaprovechó tantos regalos.
Al serbio se lo notaba cansado y fue por eso que llamó al trainer antes de recibir. Salió a la cancha con más ganas y consiguió igualar los games: 1 a 1. Murray era ahora quien cometía más errores, y Djokovic tomó la delantera por 4-1. Luego de salvar otras dos oportunidades de quiebre, el escocés se salvo de perder por completo el set, quedando 4-2. Pero Murray estaba todo menos perdido.
El partido quedaba entonces empatado en 5 games por lado. Murray quedó con tres oportunidades de quiebre. Increíblemente luego de otro error más de Djokovic Murray tenía la final servida... y se la comió con papas fritas, luego de una hora y 42 minutos.
“Una vez más, creo que yo mi enemigo más grande, tratando una y otra vez de ajustarme al calor”, admitió Djokovic. “Estaba muy impaciente y entonces hice muchos errores al principio del partido. Después en el segundo set logré volver con más fuerza pese a que no jugué muy bien en el 5-3 desaprovechando dos set points. Podría haber servido un poco mejor. En general no estoy muy contento por la manera en la que jugué hoy.”.
Murray es el primer jugador que gana tres torneos en esta temporada: Doha (ganándole a Roddick) y Rotterdam (ganándole a Nadal).
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